Marina Damlaimcourt: "Es un orgullo ser la madrina de la Tragamillas"


Eres una madrina muy especial para la carrera. Una deportista olímpica que vive en Villalba y que se entrena habitualmente por la Dehesa o por la piscina municipal ¿Qué significa para ti ser la madrina de la Tragamillas 2013?

Me hace mucha ilusión y supone mucho orgullo como deportista. Me entreno aquí y conozco muy bien muchas de las zonas donde pasa la carrera. La Tragamillas es una carrera con mucho encanto y siempre he oído hablar de ella porque tiene mucho prestigio a nivel popular.



La Tragamillas nació hace seis años como homenaje a uno de los rostros más conocidos del atletismo popular, el gran Antonio Ledesma, el ‘Tragamillas’. ¿Qué nos puedes decir de él?

Le conozco desde hace muchos años. Antes de triatlón hacía atletismo y es una persona muy popular por su tremenda barba. Siempre me llamaba la atención (ríe). Es un poco más mayor que mi padre, que también hacía maratón. Pero le veía mucho cuando yo participaba en aquellas prueba ADS y en muchas pruebas de cross.

Los Juegos Olímpicos es el sueño de cualquier deportista. ¿Pero a qué edad empezaste con ese sueño?

Bueno, cuando era pequeña yo hacía gimnasia y adoraba los Juegos. Cuando practicaba este deporte, veía más la gimnasia. Todavía hacía gimnasia cuando Carolina Pascual quedó segunda en Barcelona. Yo quería ser como las gimnastas y se me saltaban las lágrimas al verlas por televisión. Años más tarde di el salto al atletismo, y me sucedió lo mismo. Me gustaba mucho, por ejemplo, Julia Vaquero. Era muy buena en cross. Mi padre corría maratones y por ahí la afición de correr (ríe).

¿Y cuándo te diste cuenta de que podías ser olímpica?

La verdad es que comencé en este deporte, pero sin ninguna pretensión de estar en los Juegos. Sin embargo, cuando en Atenas fui reserva empecé a verme en ese mundillo. Fue una sorpresa para mí estar a ese nivel. Luego en Pekín creo que hubiera estado mejor que en Londres…

¿Qué aprendizaje se llevó de Londres?

La carrera en sí fue como un regalo. Me di cuenta de que esa competición era simplemente disfrutar del día. Como deportista debes disfrutar de lo que aprendes durante años. En otros deportes no sé cómo son las clasificaciones, pero en el triatlón dura tres años. En ese camino aprendes que si te pones enferma, no puntúas. Si tienes una lesión, no puntúas. Aprendes en la carrera y fuera de la carrera. Nuestro deporte te da la posibilidad de competir por muchos países del mundo. Conoces a mucha gente maravillosa y también aprendes a competir sin estar tan bien como te gustaría o encontrándote mal. Competir te enseña mucho a ti y a tu cuerpo. Físicamente sufres, aunque estés a tope de forma, y en las carreras nunca vas a ir cómoda. Pero te das cuenta de que donde hay que ser dura es con el coco. Te das cuenta de que no todo el mundo tiene el mismo nivel todo el año y aprendes a superar dificultades. Si tienes una lesión y no puedes correr, puedes hacer ejercicios de agua, por ejemplo. Lo importante es no venirte abajo. En el camino para llegar a los Juegos te quedas con que hay que encontrar o buscar fuerzas donde no las hay (ríe).

Imagínate que te cruzas con la futura Marina Damlaimcourt de Villalba. ¿qué consejo le darías a una niña para llegar donde tú estás?

No cambiaría nada de lo que me ha pasado y he aprendido mucho de las cosas buenas y malas. Pero uno de los fallos grandes que he tenido en mi carrera es no haber sido más paciente. Si hubiera ido más tranquila, hubiera tenido mejores resultados y menos lesiones. Quieres vivir muy rápido y eso al final es contraproducente. Y, también, muchas veces, me he agobiado mucho con no llegar a ciertos objetivos. Con el tiempo te das cuenta de que no había que tener tanto estrés.

El atletismo es tu especialidad. ¿Qué recuerdos tienes de tu época como atleta?

Cuando empecé a correr quedé campeona de Madrid de Cross en San Martín de Valdeiglesias. Fue una carrera muy especial para mí. Me acuerdo de esa temporada prácticamente como si fuera ayer porque durante todo aquel año había una chica que siempre me ganaba. Yo quedaba segunda. En ese campeonato, con barro y una distancia algo más larga, la pude batir y recuerdo esa competición con mucho cariño. Otro recuerdo que guardo fue el Campeonato de Europa de Cross en Portugal. Allí coincidimos Judith Pla (ahora en 5.000), Vanessa Veiga (maratón) y Natalia Rodríguez (1.500). Yo creía que no tenía el nivel de esta gente, pero ahí estuve con ellas (ríe). Luego, curiosamente, las cuatro estuvimos en los Juegos de Londres.

¿Y tus mejores recuerdos en el triatlón?

Cuando quedé campeona de España en Ferrol en 2008. Llevaba todo el año siendo la mejor española en todas las carreras del extranjero. Creo que me merecía ir a los Juegos, pero en la clasificación que duraba tres años me tiré año y medio lesionada. Primero me operaron las dos rodillas y justo cuando volvía, en la primera carrera, me caí y me reventé un brazo, que me tuvieron que operar. No fui a los Juegos, pero justo después se celebraba el Campeonato de España en Ferrol, al que acudieron las dos españolas que estuvieron en Pekín y muchas deportistas extranjeras de nivel. No sólo gané a las españolas, sino que además conseguí el triunfo de la prueba.

Se aprende más de los momentos malos que de los buenos, ¿no?      

Sí, por supuesto. Por ejemplo, con las lesiones. Como yo no nadaba bien, salía del sector agua siempre atrás y no podía coger un buen grupo con la bici. Pues durante el año lesionada con las rodillas me tiré muchas semanas entrenando semanalmente 60.000 metros de natación atada de pies, sólo con los brazos. Me marcaba retos. No podía competir, pero quería mejorar (ríe).

¿Cuáles son tus sitios favoritos para entrenar por la Sierra?

Me gusta mucho entrenar en la Dehesa. ¿Por qué? No me gusta mucho la pista y me permite hacer cosas rápidas. No es un camino de piedras y desde casa son 15 minutos. Llego a la Dehesa, hago las series que tengo que hacer y estoy de vuelta. También me gusta mucho la Dehesa de Alpedrete, los caminos que van a Guadarrama o a Moralzarzal.

Como deportista profesional, ¿cómo valoras el boom popular del atletismo popular?

Es magnífico que la gente haga carreras y se apunte a hacer deporte. Eso sí, a nivel de espectador creo que es bueno ver competiciones igualadas, independientemente del nivel que sea, bueno o malo. Así el espectador se entretiene y no se aburre viendo pasar muy distanciados a los corredores.

En la Tragamillas nos falta todavía que se apunten más chicas. ¿Qué las puedes decir para que se animen?

A nivel popular sé que hay muchas chicas que corren. Pero no sé por qué, pero no tienen el gusanillo de competir. Siempre ves a más chicos que chicas. Es verdad que los chicos tienen eso de picarse más que nosotras, pero es divertido ir en compañía. Eso te lo da una carrera, la posibilidad de conocer a otras personas con las que poder entrenar. Y si vas a la Tragamillas en compañía con un grupo de chicas o chicos es mucho más divertido que ir sola.

Todavía no has probado con la distancia de la media maratón, pero en 10 kilómetros ganarías a muchos chicos. ¿Cuál es su récord personal en 10.000 metros?

Bueno, eso de ganar (ríe)... Mi mejor registro en un 10.000 fue 35:15 en el campeonato de España de Ferrol de triatlón. Después de 40 kilómetros de bici y 1.500 de natación. Las chicas que ganan están en 34 minutos…



Compites en la élite del triatlón, en una especialidad en auge en los últimos años a nivel popular, pero en cuanto a repercusión económica y mediática todavía estáis muy lejos de otros deportes… ¿Cómo sobrevive una deportista profesional en tiempos de crisis?

Pues mira, malamente (ríe). Hasta ahora me salvaba la ayuda ADO. Pero ahora con la crisis la han quitado. En el triatlón no hay grandes premios, pero sé que hay otros deportes que están peor. En Estados Unidos o en Francia hay premios económicos muy buenos, comparados con los de la Copa del Mundo. Si eres triatleta de élite y quedas siempre entre los cinco primeros, te puedes mantener económicamente como Noya. Pero yo voy a carreras muchas veces y quedó la 15. Tienes que vivir de los sponsors y es muy difícil.

Bicicletas Morenito, uno de los colaboradores de la Tragamillas, es muy importante para ti también, ¿no? ¿Gratifica que lleguen sponsors y patrocinadores de la Sierra?

Es muy bueno y de agradecer que me patrocinen porque son de la zona. Me ayudan un montón con el tema de la bici. Siempre me ayudan en lo que necesito y son unos fenómenos. Sin ellos sería más difícil todavía…

¿Qué consejo darías una experta como tú a un corredor/a popular que se atreva a correr la Tragamillas?

Primero, que se lo tomen con calma. Guille, mi marido, sí la ha corrido y me dice que es muy duura. Al final hay un par de cuestas que si no te lo has tomado con pausa, puedes reventar. Es una carrera para disfrutar del circuito, que es muy bonito. Correr por la Sierra no tiene nada que ver con la ciudad, así que les invito a que disfruten de eso.

Entrevista realizada por José Luis Guerrero: @JLWARRIOR